(CNN) – Hoy publiqué mi carta anual. Todos los años, reflexiono
sobre lo que he aprendido en el último año a través de nuestros viajes y
nuestra labor con la fundación y cómo influirá en mi pensamiento a lo largo de
los meses que vienen. Este año, mi carta se centra en la importancia de fijar
objetivos claros y medir los avances para lograr los objetivos y prioridades de
la fundación, tanto aquí en casa como en el resto del mundo.
Fijar un objetivo claro le permite a uno saber qué es lo que a uno
le impulsa: seleccionar las intervenciones adecuadas que tendrán el mayor
impacto en ese objetivo final, utilizando esa información para entender lo que
funciona y lo que no funciona, y adaptando tu estrategia como sea necesario.
Uno de los ejemplos más claros del poder de medir las cosas fue el trabajo de
nuestros socios para apoyar a grandes maestros.
En los últimos años, entender lo que es una docencia de calidad ha
sido el foco de la discusión pública sobre cómo mejorar la educación en Estados
Unidos. Pero para los 3 millones de profesores que hay en el país y los 50
millones de estudiantes, la buena docencia no es un tema de políticas
abstractas. Para los profesores, entender qué es una docencia de alta calidad
abre la oportunidad de recibir retroalimentación sobre las habilidades y las
técnicas que les pueden ayudar a ser excelentes en lo que hacen. Para los
estudiantes, significa tener mejores oportunidades de graduarse de la escuela
secundaria preparados para tener éxito en la vida.
Pero ¿qué significa esta enseñanza de calidad? En mi experiencia,
la gran mayoría de los profesores apenas reciben retroalimentación sobre cómo
mejorar.
Eso se debe a que durante décadas, nuestras escuelas han carecido
de las herramientas de medición que pueden llevar a cambios significativos. Los
profesores han trabajado aislados y se les ha pedido que mejoren sin recibir
retroalimentación, mientras que las escuelas han tenido problemas para crear
sistemas que den esa orientación de una forma consistente, justa y fiable.
Por eso, la Fundación Gates apoyó el proyecto Medidas para una
Enseñanza Eficaz, o MET por sus siglas en inglés. El proyecto supuso una
extraordinaria colaboración lo largo de tres años entre decenas de
investigadores y casi 3.000 profesores voluntarios de siete distritos escolares
públicos que abrieron sus aulas para que pudiéramos estudiar cómo mejorar la
forma en que reciben retroalimentación sobre su docencia
El proyecto también descubrió que utilizar diversas mediciones
para entender el desempeño de los profesores, como la observación de las
clases, encuestas a los estudiantes y crecimiento en los logros escolares, nos
da una idea más rica y fiable de las fortalezas y debilidades de un profesor de
la lo que nos proporciona una única medición.
Algunos críticos dicen que un sistema de evaluación más sólido es
mucho más caro. La fundación y otros grupos han calculado que podría costar
entre 1,5% y 2% del presupuesto total de compensación y beneficios para
profesores el implementar este sistema de retroalimentación basado en múltiples
mediciones de desempeño docente
Una inversión así sería pequeña en comparación con lo que se está
gastando ahora el desarrollo profesional, que muchas veces da pocos resultados.
Y si las enseñanzas aprendidas al afrontar otros desafíos igualmente complejos
en otros sectores sirven de pauta, invertir en un sistema confiable para medir
y apoyar eficazmente la docencia dará sus frutos.
Saber cómo identificar y medir una docencia de calidad es un
enorme paso hacia adelante para dar una mejor retroalimentación a los
profesores y construir un sistema educativo mejor para todos nuestros hijos,
pero es sólo un paso. El desafío ahora es utilizar esta información para dar a
los profesores las herramientas, los recursos y el apoyo que necesitan para
hacer mejor su trabajo.
A medida que las escuelas están mejor equipadas para dar un apoyo
personalizado y constructivo, los profesores tendrán la capacidad de ser
estudiantes de su propia enseñanza. Crear ese ambiente, que apoya el
crecimiento profesional de los profesores y prepara mejor a los estudiantes
para la vida después de la escuela es una inversión que vale la pena.
Nota del editor: Bill Gates es Copresidente de la Fundación Bill y
Melinda Gates.
(Las opiniones expresadas en este artículo corresponden
exclusivamente a Bill Gates)